Túnel del viento: volar con la fuerza un huracán

¿Te imaginas volar como un pájaro? Infórmate de cómo funciona un túnel del viento y de las sensaciones que se experimentan.

Cristina Herrera

Cristina Herrera

Así funciona un túnel del viento, capaz de levantar cuerpos a una velocidad que va entre los 180 y los 300 km/h


La poderosa sensación de volar es indescriptible: convertirte en dueño del viento, sentir la fuerza de la velocidad en el cuerpo y, finalmente, levantarte del suelo. Es la sensación que se experimenta en un túnel del viento, lo más parecido a convertirte en un pájaro por un momento.

Madrid Fly es el primer túnel del viento en Madrid (y el segundo en España). El simulador de caída libre más alto de España, de Europa y «casi del mundo», tal y como indica su director Alberto Fuertes. Una experiencia única para sentir la sensación única de volar, sin alas, sin avión ni paracaídas.

«La sensación de volar es imposible de describir, es algo que tienes que probar. Y cuando lo pruebas quieres repetir», destaca Fuertes.

La fuerza del viento

Nuestros cuerpos flotan dentro del túnel del viento gracias a cuatro motores muy potentes capaces de generar viento a una velocidad que va entre los 180 y los 300 km/h. «Es esta velocidad lo que nos permite flotar y recrear lo mismo que cuando saltamos de un avión», apunta el director de Madrid Fly.

Una velocidad del viento a 120 km/h permite elevar el cuerpo de un niño. Un adulto, más pesado, necesita una fuerza de unos 200 km/h. Y, aunque este túnel llega a alcanzar los 300 km/h, lo cierto es que ni los monitores más experimentados se han atrevido a volar a esta velocidad, similar a la generada por peor de los huracanes.

¿Qué se siente cuando te introduces en uno de estos túneles? La experiencia es similar a estar flotando en una piscina de aire. Una sensación agradable, ligera y «totalmente segura». De hecho, todo el mundo puede disfrutar de esta experiencia (con la única excepción de mujeres embarazadas o menores de 5 años).

Utilidades del túnel del viento

El túnel del viento está dirigido tanto a principiantes -los que vuelan por primera vez- como a profesionales más avanzados -voladores que tienen una experiencia mínima de vuelo dentro del túnel de 15 minutos y quieren mejorar sus habilidades-.

«Una hora de vuelo en el túnel equivale a 60 saltos en paracaídas», destaca Fuertes, por lo que el túnel del viento se ha convertido en un complemento perfecto para los entrenamientos de los voladores experimentados.

Además de una actividad de ocio y deportiva, este tipo de simuladores de paracaidismo es usado también por los militares para practicar sus maniobras.

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